LA GOTA SUBMARINA

Manuel Díaz Escalera nos propone este divertido y sencillo experimento, la gota submarina:
MATERIAL:
1. Un recipiente pequeño y un vaso mayor.
2. Aceite.
3. Alcohol.
4. Agua.
5. Pegamento y una moneda (opcional)
6. Una cuchara.
MONTAJE Y EXPERIMENTO:
1. Si el recipiente pequeño es de plástico le pegamos en la base una moneda para darle mayor estabilidad y evitar que flote.
2. Se toma el recipiente pequeño, se llena de aceite hasta la mitad y se coloca en el fondo del vaso. En el vaso se echa, con precaución, la cantidad de alcohol que sea necesaria para cubrir el recipiente pequeño.
3. Luego, con una cuchara, se va añadiendo, poco a poco, agua (de manera que escurra por la pared del vaso). La superficie del aceite del recipiente pequeño se irá haciendo cada vez más convexa.
4. Cuando la cantidad de agua añadida sea suficiente, el aceite se desprende de dicho recipiente y forma una esfera que quedará suspendida dentro de la mezcla de alcohol y agua.
EXPLICACIÓN:
El agua es más densa que el aceite y que el alcohol. Y el aceite es más denso que el alcohol. Por eso, el aceite flota en el agua, pero se hunde en el alcohol. Nosotros hemos preparado una mezcla de agua y alcohol (que se mezclan bien porque los dos son polares y se comportan como imanes). La nueva mezcla tiene una densidad intermedia, en la que el aceite ni flota ni se hunde.






Análisis de resultados y conclusiones.
1. El aceite flota sobre el agua porque es más liviano, o sea, su densidad es menor
2. El aceite forma gotitas esféricas (por su propia tensión superficial), que tienden a unirse para formar gotas más grandes.
3. Si agitamos fuertemente con una cuchara, el aceite vuelve a formar gotitas pero no se mezcla con el agua y pronto vuelve a formar una capa sobre el agua.
4.  La razón de que estos dos líquidos no se mezcle es que el agua esta compuesta por sustancias polares, sin embargo el aceite no está compuesto por sustancias polares, no posee ningún atractivo para tentar a una molécula de agua.
Nota aclaratoria: Sólo cuando una sustancia esté formada por átomos y moléculas con carga eléctrica (similares a las del agua) podrá llamar su atención.